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¿Por qué Agricultura de Precisión? – Parte 1
Porque para comprender el futuro de la agricultura, paradójicamente, debemos empezar mirando al pasado.
Si cualquier agricultor echa la vista atrás, podrá recordar como su padre o sus abuelos tenían un profundo conocimiento de cada rincón de sus tierras de cultivo. Esa información acumulada a lo largo de los años les permitía trabajar de la forma más adecuada cada zona, conociendo el diferente potencial productivo y los cultivos más adecuados para cada lugar.
Toda esa información, basada en la experiencia propia y no recogida por escrito en ningún lugar, suele perderse en el traspaso de las tierras de una generación a otra, o en el cambio de propiedad de las parcelas, volviendo a tener que comenzar de cero todo el proceso de aprendizaje.
Desde el punto de vista de un agricultor moderno, cuya explotación es mucho mayor a la que gestionaban su padre o sus abuelos, alcanzar este conocimiento metro a metro de su explotación se antoja una labor imposible.
¿Podemos automatizar la recopilación de la información de cada metro cuadrado de nuestra parcela y almacenarla de alguna manera para su utilización en la gestión de la explotación? La respuesta es sí, para ello los datos de interés agronómico deben ser registrados simultáneamente a su posición, apoyándonos en los sistemas de geoposicionamiento global (GPS).
Pero ¿De que datos estamos hablando? ¿Cómo se recogen? ¿Para que se utilizan?
Los datos que podemos recopilar y las herramientas necesarias para recopilarlos son:
- Tipos de suelo presentes en la parcela. Para ser utilizable esta información debe estar recogida en un mapa de texturas de suelo, archivado en un formato legible por los equipos de trabajo en campo.
- Humedad del suelo. La humedad del suelo es el factor que más puede afectar a la producción y la vez es el factor que más rápidamente puede cambiar. Las sondas de medición de humedad del suelo con lectura remota de sus datos son un seguro de vida para el cultivo.
- Factores ambientales. Los datos de temperatura, viento, humedad relativa, horas de insolación, etc. pueden ser recogidos por estaciones meteorológicas en parcela o públicas. Nos permitirán anticipar el comportamiento del cultivo y de sus plagas.
- Imágenes aéreas del cultivo. Pueden ser adquiridas por diferentes medios (Dron, avión o satélite), siendo lo realmente importante que las imágenes sean tomadas por cámaras multiespectrales. Sirven para el seguimiento del desarrollo y sanidad del cultivo mediante la comparación del estado del cultivo en diferentes fechas, permitiendo detectar zonas con menor crecimiento.
- Mapas de producción. Las modernas cosechadoras disponen de monitores de rendimiento, capaces de almacenar la producción conseguida en las diferentes zonas de la parcela para su posterior visualización y análisis.
¿Y que podemos hacer con todos estos datos? ¿Estamos preparados para utilizarlos?
Algunas de las mejoras que se pueden realizar en el manejo de la explotación agrícola de la mano de la agricultura de precisión son las siguientes:
- Elección de la especie o variedad más apropiada para cada zona.
- Dosis de siembra o marco de plantación más adecuado para cada suelo de la parcela.
- Abonado variable por zonas en función de su potencial productivo.
- Riego variable en función del tipo de suelo presente en cada zona de la parcela.
- Aplicación de fitosanitarios variable en función de las zonas afectadas identificadas.
- Seguimiento de la evolución de la producción en cada zona de la parcela frente al gasto y por tanto del beneficio económico.
Para la puesta en práctica de la agricultura de precisión, el agricultor deberá apoyarse tanto en maquinaria equipada con la tecnología necesaria, como en técnicos cualificados.
El agricultor, habituado a ser autosuficiente, deberá apoyarse en técnicos cualificados en nuevas tecnologías, ya que la formación necesaria para la aplicación de todas estas tecnologías es inabarcable para una sola persona.
Los técnicos realizaran prescripciones basadas en el análisis de la información recopilada con toda la tecnología disponible.
¿A que nos referimos cuando hablamos de prescripción? Podemos hablar de prescripción de siembra, de prescripción de abonado o de prescripción de riego. Entendemos por prescripción, una división de la parcela en zonas con las mismas condiciones edáficas o ambientales, en las que se fije la dosis de semilla, abono o agua.
La labor del técnico será facilitar al agricultor la prescripción en un formato digital, listo para introducirlo en el equipo de campo. Sin necesidad de manipulación por parte del usuario final.
¿Tiene el profesional agrícola la maquinaria necesaria para aplicar la agricultura de precisión a sus parcelas?
A estas alturas de la lectura, el profesional agrícola, estará pensando que para aplicar en su explotación la agricultura de precisión, debe renovar su sembradora, abonadora y cosechadora actuales, lo cual evidentemente es inviable.
Recordemos que hace unos años el uso del GPS era anecdótico por los elevados precios de estos aparatos. Con el tiempo los precios de la tecnología se van haciendo asequibles y al igual que nadie concibe hoy comprar un coche sin airbag, dirección asistida o elevalunas eléctrico, dentro de poco también lo serán los equipos agrícolas sin estas tecnologías.
De hecho, en la actualidad gran parte de las sembradoras, abonadoras y cosechadoras que se venden, vienen equipadas o pre equipadas para estos equipos, aunque en muchos casos el nuevo propietario lo desconozca.
La renovación de los equipos será gradual, según vayan llegando al final de su vida útil. De hecho, aunque el profesional agrícola lo desconozca en muchos casos, la renovación ya ha comenzado. Es prácticamente seguro, que el profesional agrario ya dispone de algún equipo preparado para la agricultura de precisión en su parque de maquinaria.
CONTINUARÁ…